Segundo partido de la competición, y segunda derrota para los Colts de Indianapolis. Un partido sin Peyton Manning por primera vez en muchos años, pero con una defensa que no está considerada de las mejores del mundo por nada.
Los Colts lo intentaron, no cabe duda, pero la fuerza defensiva de los de Colorado puso muy cuesta arriba la remontada. A pesar del resultado y a pesar de las estadísticas, no se jugó un partido tan malo como podría parecer en un primer momento, pero es cierto que las piezas no terminaron de encajar y se cometieron muchos errores.
Los Broncos son imparables en defensa y supieron aprovecharse de una defensa que hace aguas. Dominaron por tierra, provocaron turnovers decisivos y no dejaron que los visitantes jugaran cómodos en ningún momento.
Después de un gran primer partido, Andrew Luck no jugó bien contra la defensa de Denver. La OL aguantó como pudo y no fue suficiente. Luck recibió presión constante y por todos los frentes. Completó 21 de los 40 pases que lanzó, para 197 yardas, un touchdown y una intercepción. No estuvo fino. Sus receptores dejaron caer algunos balones, y el juego de carrera no ayudaba. Después de la intercepción que Aqib Talib llevó hasta la zona de anotación, volvió a intentarlo y anotó un TD.
La OL sufrió lo suyo y se permitieron una gran cantidad de llegadas al pocket, pero teniendo en cuenta a las malas bestias que tuvieron delante, no podemos decir que se jugara peor de lo que se hizo la temporada pasada. Ryan Kelly estuvo bastante bien en general, se adapta al ritmo de la NFL a pasos de gigante. No se protegió del todo mal el lado izquierdo. Aún queda mucho para que la línea sepa abrirle caminos a la carrera, pero contra el pase sí que se está notando cierta mejora.
En defensa se volvieron a fallar placajes, y se volvió a permitir avanzar yardas importantes que se podrían haber frenado. La ausencia de alguna de las piezas claves se está notando mucho más de lo que nos gustaría a los aficionados.
La defensa de los Broncos en general, y Von Miller en particular, le agriaron las ganas de remontada a los de Indy. C.J. Anderson recorrió el campo sin complejos para dejar al aire las vergüenzas defensivas de los Colts. John Elway sonreía satisfecho, al fin.
En un último cuarto agonizante, los Colts demostraron que no se rinden hasta que matemáticamente es imposible. Esta vez no fue suficiente. Es cierto que la defensa no es un buen bloque, y además sufre una epidemia de lesiones (lo de la secundaria es de susto). Es cierto que la defensa de los Broncos está intratable. Es cierto que Von Miller se gana cada centavo de su sueldo. Pero todo eso no quita para que los de la herradura estén pasando por un mal momento. No son un buen equipo de football. Al menos no lo son hoy.
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