Por tercer año consecutivo, los Colts se estrenan en la competición perdiendo sus dos primeros partidos. Es obvio, por tanto, decir que una victoria este domingo contra los Chargers de San Diego es imperativa si no quieren que salten todas las alarmas.
Las lesiones están siendo, sobre todo en defensa, una plaga que asola el vestuario de los Colts. Por el momento, el nivel de juego mostrado está siendo muy irregular. Los de Indianapolis no han conseguido despegar. Nadie espera que sean contendientes a jugar el Super Bowl, pero si quieren que el proyecto a medio plazo que parece que están armando funcione, este año hay que mostrar síntomas de mejora.
Los Chargers han ganado un partido y han perdido otro. Son un equipo que en los últimos años suele jugar por debajo de las expectativas que crea. Philip Rivers sigue siendo el mejor del equipo, y el único capaz de tirar del carro, visto lo visto. Las lesiones también les han atacado duro. Danny Woodhead (RB), Kelvin Beachum (OL) y Jahleel Addae (S) se lesionaron el domingo pasado. Hay que sumarle a la baja del receptor Keenan Allen. Es posible que tampoco juegue Joe Bosa (DE), su flamante primera ronda.
El parte de lesiones de los Colts no es mucho mejor. Ayer jueves no entrenaron una gran cantidad de jugadores. Algunos de ellos no podrán saltar al campo este domingo. Entre la lista de los que no han entrenado, encontramos a Darius Butler (CB), Denzelle Good (OT), Ryan Kelly (C) y Donte Moncrief (WR). La buena noticia es la vuelta a los entrenamientos de Clayton Geathers (S), Vontae Davis (CB) y Henry Anderson (DE). Andrew Luck ha vuelto a tener participación limitada por el problema en el hombro de lanzar. ¿Síntoma de precaución de la directiva, o hay que asustarse?
A pesar de que los de San Diego cuentan con jugadores en secundaria como Jason Verrett, es probable que los Colts decidan atacar por aire. Si la línea consigue aguantar y muestra cierta solidez en la protección, no debería ser un gran problema avanzar yardas y anotar.
La defensa podría dar un buen salto hacia adelante si se reincorporan tres piezas claves como son Geathers, Davis y Anderson. A pesar de la baja de Woodhead en los Chargers, Melvin Gordon parece recuperado del anodino año pasado y podría poner en problemas al front seven de los Colts.
Decir que una victoria es imprescindible para poder seguir avanzando es quedarse corto. Los de la herradura tienen mucho trabajo por delante si quieren volver a crear las expectativas que crearon hace poco más de un año. Contendiente es una palabra muy grande, y, aunque en camino, los Colts están muy lejos de llegar a ella. Una victoria sobre los siempre impredecibles Chargers los pondría en rumbo.
Tres derrotas consecutivas al inicio de la competición son una losa casi insalvable para cualquier equipo con pretensiones de llegar a playoffs. Los Colts saben responder a la adversidad y han demostrado en varias ocasiones que pueden sobreponerse a las derrotas. Tienen que cogerle ritmo a la liga, y eso pasa por ganar este domingo ante los Chargers. De otro modo, habrá que empezar a pensar en pulsar el botón de pánico.
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