domingo, 28 de agosto de 2016

Mal asunto (Eagles 33 - Colts 23)



Anoche llegaba el tercer partido de la pretemporada. El más importante. El partido en el que más minutos íbamos a ver a los primeros equipos. Y entonces llegó el desastre. Más allá del resultado, maquillado en parte por una actuación decente de los suplentes, sobre todo en el último cuarto, la impresión que ha dado el equipo es muy mala. Además, la línea ofensiva (por si no tuviera suficiente) pierde para todo el año a una de sus piezas clave.

No es el fin del mundo, sólo es un partido de pretemporada, pero más allá de que los Eagles salieran muy fuertes en defensa, más allá de las lesiones, vimos a unos Colts en los que ni todo el talento de Andrew Luck es suficiente para enmascarar sus carencias. La línea ofensiva fue un desastre. Se cometieron una infinidad de faltas. Se permitieron anotaciones. El horror.

Entre los puntos más negativos destaca la mala actuación de la OL. Anthony Castonzo, tackle izquierdo y supuesto baluarte de la unidad, jugó alguno de los peores minutos de su carrera. Cometió faltas, se dejó sobrepasar, falló protegiendo el pase, y falló en el segundo nivel para la carrera. De los errores se aprende, dicen, pero Castonzo ya tuvo un año tirando a regulero la pasada campaña. Más vale que se ponga al cien por cien cuanto antes. Por si la actuación del LT no fuera suficiente, Jack Mewhort, guard izquierdo, se desgarraba el ligamento cruzado anterior y lo más probable es que la temporada haya terminado para él. Con una de las mejores piezas de la línea fuera para todo el año, Joe Philbin, entrenador de la OL, tendrá que hacer malabares para conseguir unos resultados decentes. Ryan Kelly, el flamante centro recién traído de Alabama, tampoco tuvo buena noche. Perdió a su par en alguna ocasión, comprometiendo la seguridad del pocket. Denzelle Good aguantó el tipo como pudo, y el novato Le'Raven Clark demostró que no es más que un proyecto y que está aún muy verde. Tal y cómo estuvo jugando la línea, la salud de Andrew Luck se vio comprometida, una vez más. Tanto es así que el propio Chuck Pagano, que había previsto mantenerlo durante el tercer cuarto, dijo durante el medio tiempo que visto lo visto, no iban a arriesgar la salud de algunos jugadores. No volvimos a ver a Luck. Y menos mal.

Otro de los motivos de mayor preocupación es la incapacidad de rematar en la zona de anotación. A pesar de que el juego de carrera siguió sin funcionar, a pesar de no tener tiempo apenas para lanzar, Andrew Luck consiguió conectar con sus receptores, pero en cuanto se llegó a la end zone no fue capaz de terminar con seis puntos.

La carrera sigue siendo un gran problema. Ni Frank Gore, ni Robert Turbin, ni Josh Ferguson fueron capaces de romper a uno de los front seven más duros de la liga. El trabajo de la línea no ayudó. En todo caso, como nota positiva, la fuerza y empeño de Turbin podría ser un arma vertical si la OL aprendiera a bloquear. A pesar de todo, fue el que mejores sensaciones nos dio.

En defensa las cosas no estuvieron mucho mejor. Se ha tenido que fichar a Antonio Cromartie, que no encaja mal en un cuerpo de cornerbacks plagado de lesiones. El año pasado pasó lo mismo. Con Vontae Davis fuera por el momento y Patrick Robinson recuperándose de otra lesión menor, las dotes de Cromartie (que no jugó ayer), podrían mantener en su sitio a una secundaria muy tocada.

La defensa contra la carrera dio un paso hacia atrás. No se jugó mal contra carreras interiores, pero nadie supo sellar el exterior, permitiendo un par de jugadas o tres de gran yardaje. El pass rush, inexistente, como viene siendo habitual.

Fue positivo ver jugar bien de nuevo a Stephen Morris, por el momento tercer QB, que le dio cierto ritmo a la ofensiva, y anotó otro touchdown para su currículum.

Los Eagles no parecen tener mal equipo. Los Colts le dieron tiempo a Sam Bradford para lanzar y sólo le alcanzaron en una ocasión. El front seven dominó a la línea ofensiva, y anuló prácticamente por completo el juego de carrera.

El nivel mostrado por los equipos titulares dejó mucho que desear. Preocupa la cantidad de agujeros que tiene la plantilla. Los nuevos esquemas no parecen surtir efecto. Si las cosas no cambian un poco y los Colts no aprovechan una primera mitad de calendario algo más suave que la segunda, podríamos verlos en una situación similar a la del año pasado. Es pronto para desmoralizarse, pero visto lo de ayer, uno ya no sabe qué pensar de este equipo.



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