Le ha llegado el turno a la última entrada de la serie pieza a pieza, en la que hemos intentado analizar con qué armas cuenta el equipo, tanto ofensiva como defensivamente. Le ha llegado el turno a la posición de QB, que, en este caso, tiene nombre y apellidos. La incertidumbre que se ha creado es tal, que muchos apuestan por unos resultados similares (cuando no peores) a los del año pasado.
Esta última temporada, hemos vivido una auténtica pesadilla en la posición. Malas actuaciones, lesiones, más lesiones y un baile de quarterbacks durante el último tramo de la liga tal, que fue necesario contratar a dos jugadores para la última jornada. Una locura. La vorágine autodestructiva de la posición llevó a todo el equipo hacia unos resultados mediocres. Son muchos los que ven a los Colts como una incógnita y la plantilla es una de las peor calificadas.
La situación de Andrew Luck no es fácil. Viene de jugar su peor temporada con diferencia, y acaba de firmar un contrato millonario que lo coloca como el jugador mejor pagado de la historia de la liga. Ha recibido todo tipo de críticas. Algunas de ellas infundadas, otras no. Es cierto que tiene que aprender a soltar el balón en ciertas circunstancias. Es cierto que a veces arriesga de más. Es cierto que toma y ha tomado algunas decisiones erróneas. Pero también es cierto que no toda la responsabilidad del fracaso ha sido suya.
Ya no puede cometer errores de novato. Mr Big Money tiene que darlo todo para demostrar que los resultados de sus tres primeros años no fueron cosa de suerte. Parece que se han hecho movimientos que podrían ayudar a que Andrew Luck no sólo vuelva al nivel al que nos tenía acostumbrados, sino que sepa desarrollar todo el potencial que tiene. Se ha reforzado la línea ofensiva. Se ha cambiado el coordinador ofensivo. Cuenta con armas, sobre todo para el juego aéreo. Si se mantiene sano, Andy podría protagonizar un regreso épico. La cuestión está en ese doloroso "si".
Los Colts cuentan con Scott Tolzien como suplente. Un jugador no-drafteado que ha pasado por Chargers y 49ers hasta llegar a los Packers, donde se estableció como suplente de Aaron Rodgers. Sea como fuere, los de Green Bay han decidido prescindir de él y ha aterrizado en los Colts. Que haya sido suplente del mejor QB del planeta no suena mal, pero sus resultados sobre el campo cuando ha tenido que saltar no son demasiado alentadores. Ojalá no tengamos que verlo jugar más que para dar descanso.
Poco importa quién sea el quarterback suplente. Si Andrew Luck no se mantiene entero, los resultados serán desastrosos. Por el contrario, si es capaz de regresar al nivel que nos tenía acostumbrados, los Colts, que ahora mismo no generan ninguna expectativa, terminen por dar la sorpresa. No hay como ser cauto. El historial de la franquicia nos dice que podría pasar cualquier cosa. De todos modos, en nuestra humilde opinión, las dudas que Luck está generando en algunos medios son algo desproporcionadas. No hay que olvidar que el de Stanford es un tipo muy listo, y lleva preparándose para la próxima temporada desde el final de la pasada.
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