martes, 21 de junio de 2016

Pieza a pieza 2016 (3ª parte - LÍNEA OFENSIVA)



No hace falta ser un genio para darse cuenta de que uno de los mayores problemas que ha arrastrado el equipo en los últimos años ha sido la línea ofensiva. Una de las unidades más flojas y que más dolores de cabeza han creado en los aficionados. La protección del juego de pase ha sido tan mala, que no se ha podido evitar que Andrew Luck se perdiera más de la mitad de la temporada pasada. El juego de carrera tampoco se ha visto acompañado en absoluto con el trabajo de la línea. Se ha fallado a la hora de abrir espacios y los corredores no han tenido mucha ayuda a la hora de avanzar. El último Colt en superar las mil yardas de carrera en una temporada fue Joseph Addai. Una bestia parda como Frank Gore se ha quedado a las puertas en la que, según sus propias palabas, ha sido la más dura de su carrera.

A lo largo de estos últimos años no se ha invertido del todo bien en el talento que se ha contratado en la OL. Quizás el esquema utilizado tampoco haya ayudado mucho. Tras la consabida lesión de Luck, desde las oficinas se ha decidido afrontar de frente el problema. El primer movimiento fue la llegada de Joe Philbin como entrenador de la línea. El ex-entrenador principal de los Dolphins trae una filosofía distinta, y un esquema de bloqueos zonales que va a requerir más esfuerzo individual por parte de los jugadores, pero que podría dar sus frutos y un buen impulso a la ofensiva.

Además de la contratación del ex de los Phins, se han invertido la mitad de las rondas del draft en jugadores de línea ofensiva, entre ellas la primera. Cuatro novatos que ya han estado aclimatándose al ritmo de entrenamiento de los profesionales durante los primeros minicamps de estas últimas semanas.

De toda la línea, el lado izquierdo es el más fuerte. En su extremo, como tackle izquierdo, los Colts volverán a contar con Anthony Castonzo, el mejor de la unidad. Es cierto que el año pasado no tuvo su mejor temporada, pero toda la ofensiva se vio lastrada al fracaso con los problemas en la posición de QB. Con el nuevo esquema podría aprovechar su facilidad de movimiento y recuperar el nivel de años anteriores.

A su lado es muy posible que veamos a Jack Mewhort. Tras el experimento fallido de probarlo como tackle, regresó a la posición de guard, en la que sí ha cumplido su papel mucho mejor. Junto a Castonzo es de lo mejor con lo que cuenta esta línea.

Salvo desastre, el centro podría estar cubierto para la próxima década. El center de Alabama, tres veces campeón de la NCAA y Rimington Trophy en 2015 (galardón al mejor center de la competición universitaria) es una apuesta segura. Tiene todo por demostrar, pero sobre el papel es una gran mejora respecto al año pasado.

Cruzada la frontera del centro, el lado derecho es el que más dudas plantea. Con Hugh Thornton recuperándose de una lesión, ha sido Jonotthan Harrison el que más ha participado como guard derecho junto al primer equipo. Reconvertido de center a guard, tiene una oportunidad de destacar y hacerse un hueco como titular. Sin la presión de tener que manejar el balón (uno de sus mayores defectos) podría dar una imagen distinta a la del año pasado.

Como tackle derecho parece probable que veamos a Joe Reitz saltar como titular. Jim Irsay lo avala y ha participado en los drills de los camps junto al primer equipo como RT. No podemos negar que es un tipo sólido que pelea hasta el final, pero no es un jugador de la talla de Castonzo.

En la pelea, prácticamente todos los novatos. Dependerá de cómo funcionen durante la pretemporada. Joe Haeg, Le'Raven Clarke, Austin Blythe e incluso Denzelle Good (jugador de segundo año) podrían dar la sorpresa. En todo caso dan profundidad y versatilidad a la línea.

La inversión de los Colts en la OL es una respuesta clara a los problemas de Luck del año pasado, pero más allá de Ryan Kelly (que en sí mismo ya es una mejora enorme para la unidad), el resto es una apuesta a medio y largo plazo. Si el año que viene alguno de ellos consigue hacerse con la titularidad, la inversión habrá merecido la pena.

Cuando uno se acerca a este deporte por primera vez es fácil dejarse deslumbrar por las estrellas de ataque, en especial por los quarterbacks. Pasa el tiempo y uno se fija en otros detalles. Los jugadores de posiciones de habilidad (QBs, RBs, WRs...) no dejan de interesar nunca, pues suelen ser los que terminan las jugadas, pero las jugadas empiezan desde la línea. Desde la colocación previa al snap, la capacidad de reacción ante el hard count y la precisión para anular a sus pares y proteger o hacer camino, la línea ofensiva es el pilar sobre el que se sustentan todas las jugadas de ataque. Un ataque que cuente con una OL que funcione tiene por delante un camino abierto y lleno de posibilidades de mostrar la calidad de sus jugadores de habilidad.




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