Inmersos ya en el mes de junio, la información y la actividad va disolviéndose poco a poco. El desierto es largo y árido, pero ahí estamos nosotros para intentar hacerlo un poco más llevadero. Habréis notado que el volumen de entradas ha bajado, el mes que viene probablemente baje más aún. Ahora aprovechamos, al igual que el año pasado, para hacer un recorrido, unidad a unidad, de cómo están las cosas tras los movimientos de la offseason.
Vamos a empezar por la defensa, en concreto por la secundaria. Esta última temporada hemos visto cómo el juego contra el pase ha bajado mucho su nivel. Las lesiones han plagado a la plantilla, la ayuda del passrush no llegaba, y los resultados se han visto afectados considerablemente.
CORNERBACKS:
La historia de este año para este cuerpo ha sido el de las bajas por lesión. Ha sido una de las unidades que peor ha jugado, pero se han hecho un par de movimientos interesantes que podrían darle cierta vida. La llegada de Patrick Robinson y la salida de Greg Toler son razones de peso para pensar que la cosa podría cambiar con vistas a la temporada que llega.
Vontae Davis es el mejor hombre atrás. Este año pasado consiguió jugar todos los partidos, pero algunas molestias físicas podrían haber condicionado su juego. No fue el mismo del año anterior. Recuperar la constancia debería ser clave para que recupere su status de estrella.
A pesar de haber sobresalido contra el slot como nickleback en San Diego, es posible que veamos a Patrick Robinson jugar en el exterior en el lado contrario a Davis. El único movimiento de la agencia libre digno de mención es sobre el papel una clara mejora frente a Greg Toler.
Además, el equipo cuenta una año más con Darius Butler, que ha demostrado ser una excelente opción como tercer corner, contra el slot, pero cuando ha tenido que jugar en el exterior lo ha pasado muy mal.
Djoun Smith vuelve tras un año fuera de escena por las lesiones. La segunda elección de los Colts en el draft de 2015 tiene la oportunidad de demostrar que el año pasado no fue más que un mal paso. Tendrá que darlo todo en el training camp de agosto si quiere hacerse un hueco en la plantilla. Aún está entre los que no están participando en las actividades organizadas por el equipo (OTAs). Tiene talento, pero tiene que dar un paso adelante.
El undrafted Jalil Brown tuvo alguna oportunidad debido a la gran cantidad de lesiones, pero él mismo se hizo daño y se perdió algunos partidos. Aunque parece que tiene potencial, su rendimiento no ha sido muy regular.
SAFETIES:
Entre los safeties está una de las mayores apuestas de los Colts. El año pasado, la pareja formada por Mike Adams y Dwight Lowery dio buenos resultados. Sin embargo, desde las oficinas se ha decidido prescindir de Lowery en favor de Clayton Geathers, llegado en el draft de 2015.
Mike Adams ha sido uno de los mejores de todo el equipo. Es cierto que tiene ya sus años, pero no debería dejar la titularidad. Sus habilidades en cobertura y su capacidad para crear jugadas lo convierten en una pieza esencial de la secundaria.
Con pocas actuaciones, pero buenas, Geathers ha conseguido llamar la atención y es probable que se haga con la titularidad desde el primer partido. Es un jugador físico, que golpea muy duro y tiene disciplina y cierta visión de juego. Un complemento perfecto para Adams.
En segunda ronda de este draft llegaba T.J. Green desde la universidad de Clemson. Hay disparidad de opiniones sobre él, lo que parece claro es que es un proyecto que tiene que trabajar mucho todavía. Es posible que lo veamos jugar algunos minutos, y habrá que prestarle atención cuando lo haga: es el remplazo natural de Adams.
Bajo nuestro limitado criterio pareciera que las cosas se están haciendo bien en esta unidad. Los movimientos parecen claros y acertados. Una apuesta por la juventud como premisa para un proyecto a medio y largo plazo.
Si nada se tuerce y las lesiones son algo más indulgentes que el año pasado, esta secundaria, sobre el papel, se vería reforzada. Contamos con que el nuevo esquema defensivo de Ted Monachino va a enfatizar la creación de presión al QB. Si funciona la presión, la secundaria tendrá muchas más oportunidades de crear jugadas, anular a estrellas, y ponerle las cosas difíciles a los coordinadores ofensivos rivales.
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