Ayer mismo la NFL hacía oficial el calendario para la próxima temporada 2016/17. Los medios se hacían eco de la noticia y franquicias, jugadores y aficionados mostraban un ansia que apenas empezado el desierto de la offseason, resulta un tanto cómica. Sea como fuere, un programa informático ha combinado una infinidad de posibilidades para brindar un calendario en el que nada queda al azar.
Hace ya unos días que quedó configurada la pretemporada. Este año los Colts participarán en el Hall of Fame Game contra los Packers, en Canton, Ohio. Tiene sentido que entrando en dicho salón de la fama tanto Brett Favre como Tony Dungy y Marvin Harrison, asistamos al enfrentamiento entre ambas franquicias. Así que tendremos cinco partidos de pretemporada, uno más que normalmente.
La pretemporada es siempre un evento que crea sentimientos contradictorios. Por una parte estamos ansiosos por ver jugar a nuestro equipo después de haberlo seguido en todo tipo de camps y OTAs (actividades organizadas por el equipo), pero el espectáculo sobre el campo suele ser difícil de digerir. El nulo valor de la victoria, la cantidad de jugadores que ni siquiera formarán parte del roster definitivo, y el campo de pruebas que supone, hacen que sea complicado sacar conclusiones de este tipo de partidos. Sin embargo, disfrutamos y disfrutaremos de unos Colts que, si bien no suelen destacar en pretemporada, nos ofrecerán a sus equipos titulares en al menos los primeros cuartos de la mayoría de los encuentros.
Tras el evento festivo del Hall of Fame contra los de Green Bay, los Colts se enfrentarán a Bill, Ravens, Eagles y Bengals. Todos ellos son equipos a los que se les han visto las caras hace no demasiado tiempo. Será interesante ver cómo se desarrolla la ofensiva ante el front seven de los Bills, que el año pasado desmontó por completo el juego de los Colts. También puede ser curioso ver cómo responden los Bengals, un equipo con el que nos podríamos cruzar en playoffs.
El partido "importante", el cuarto, contra los Eagles, podría darnos una pista de hacia dónde va este nuevo/viejo proyecto que tienen entre manos Jim Irsay, Ryan Grigson y Chuck Pagano. Dicen que el tercer partido de pretemporada (sería el cuarto de los Colts por el añadido del HOF) es en el que los equipos plantean un encuentro más similar a uno de temporada regular. Los titulares suelen tener algo más de tiempo, llegando a veces a jugar toda la primera mitad. Si los Eagles terminan de perfilar su offseason con un draft decente, serán un buen rival con el que medirse.
El 11 de septiembre empezará lo bueno de verdad. Este año los Colts se enfrentarán a los miembros de la AFC Oeste, los de la NFC Norte, los duelos divisionales de ida y vuelta y los Steelers y los Jets de propina. A simple vista no parece un paseo, como sí lo pareció otros años. La propia AFC Sur parece estar reforzándose bien. Los Jaguars han aprovechado el espacio salarial con el que contaban y han tirado la casa por la ventana. Los Texans han apostado por Brock Osweiler como su QB de futuro, un jugador que no lo ha hecho mal cuando ha saltado al campo de juego con los Broncos, pero que aún tiene todo por demostrar. Los Titans tienen una gran cantidad de rondas en el draft como para construir un auténtico monstruo si las cosas les salen medio bien. Así que la cosa va a estar competida.
El primer tramo de la competición parece el más liviano. Los Lions son un enigma y la retirada de Calvin Johnson ha sido una pérdida tremenda. Los Broncos han perdido varias piezas de su defensa, aún no se sabe quién será su QB titular, y durante los últimos años han caído en un par de ocasiones con mejor equipo que con el que supuestamente saltarán al campo el 18 de septiembre. San Diego es otra incógnita. El año pasado sufrieron mucho con las lesiones. Cuentan con varios veteranos, entre ellos el propio Phillip Rivers, de los que no sabemos cómo van a responder.
El partido contra los Bears tendrá su morbo ya que veremos a Jerrell Freeman regresar al Lucas Oil Stadium, pero como rival. Los de Chicago llevan varios años sin encontrarse y sin presentar mucha batalla. El año pasado parecía que podían resucitar, pero todo se quedó en nada.
La última vez que los Colts y los Chiefs se vieron las caras, los de la herradura la liaron pardísima y se sacaron de la manga una remontada en el último cuarto de infarto, con fumble recuperado por Andrew Luck en la goal line para touchdown incluido. Qué tiempos aquellos.
Es destacable que tras el viaje a Londres los Colts hayan desestimado la opción de tener la semana de descanso. Es cierto que siempre parece más positivo tener el bye hacia el final de la competición, cuando la plantilla está más cansada, pero la aventura en el viejo continente podría pasarles factura.
El segundo tramo de la liga se pone caliente con el viaje a la tundra helada. Depende de cómo lleguen ambos equipos a este punto, podría ser uno de los partidos del año. Aaron Rodgers y Andrew Luck. Eddy Lacy y Frank Gore. Clay Mathews y Robert Mathis. Un duelo prometedor.
Hay que reconocer que los Steelers le tienen tomada la medida a nuestros Colts. Habrá que ver en qué condición llegan y qué año ha hecho cada uno hasta el momento. Podría ser una buena oportunidad de revancha y un puñetazo en la mesa de la AFC, si ambos equipos están en buenas condiciones.
Los Jets pueden ser también una piedra en el zapato. Tienen una defensa que ya el año pasado puso en aprietos, y serios, a la ofensiva blanquiazul. A partir de ahí, además de un par de duelos divisionales pendientes, los Colts se enfrentarán a dos equipos que tienen recursos para dar problemas. Los Vikings tienen talento de sobra con Adrian Peterson y Teddy Bridgewater. Los Raiders ya mostraron claros signos de madurez el año pasado y cuentan con jóvenes promesas como Derek Carr o Amari Cooper.
Los duelos divisionales prometen ser competidos. Este año pasado se rompió la racha histórica de victorias divisionales consecutivas. Los Jaguars nos dieron un repaso como no habían hecho antes, y los Texans ganaron por primera vez en el Lucas Oil. Si les funcionan los refuerzos que han conseguido y hacen un buen draft, podrían ser un obstáculo importante a superar.
Queda mucho, mucho, mucho para que empiece la liga, pero las bases de lo que ocurrirá ya están sentadas con el calendario. Aún es pronto para valorar con cierta certeza los emparejamientos y las fechas anunciadas, pero no parece un año tan sencillo, como sí lo parecían años anteriores. Subir el nivel al que se tendrá que enfrentar el equipo podría ser algo positivo. El objetivo es regresar a los playoffs, y a partir de ahí intentar hacer el mejor papel que sea posible. Este puede ser un año muy importante con vistas al futuro y hay que regresar al nivel mostrado antes del desastre de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario