martes, 12 de abril de 2016

Causa y efecto (parte tercera - draft 2014).



Después del fiasco de 2013, el siguiente año sólo quedaba mejorar. Y así fue, aunque es cierto que el draft estuvo marcado por la pérdida de la primera ronda a cambio de nada más y nada menos que Trent Richardson como parte por su trade con Cleveland. Tampoco hubo cuarta ronda, que también fue a parar a los Browns a cambio de la elección del año anterior de Montori Hughes. Fueron pocas incorporaciones, pero se consiguió traer a un par de piezas importantes hoy en día.

Con pocas opciones y la lección aprendida del año anterior, Ryan Grigson intentó realizar un draft compensado, con tres jugadores ofensivos y dos defensivos. No hay que olvidar que fue el propio Grigson el que hipotecó la primera ronda para traer un jugador que había sido un monstruo en el universitario, pero que ya en Cleveland mostró que la NFL le venía grande. Habiéndolo visto jugar, como lo hemos visto jugar para Alabama, siempre vimos su fichaje como algo positivo. No era posible que un jugador así no estuviera rompiendo las defensas y consiguiendo una cantidad obscena de yardas y anotaciones. Algo tenía que ir mal en los Browns, en su sistema, en su vestuario, algo que impedía que T-Rich brillara como había hecho bajo los focos del Bryant-Denny Stadium. Lo cierto es que se le dieron demasiadas oportunidades en un intento desesperado por no dar esa primera ronda por perdida.

Para compensar esa primera ronda desperdiciada por completo, Grigson dio en la diana en segunda y tercera ronda. El resto han sido jugadores que han podido crear ciertas expectativas, pero al final, ninguno ha sobrevivido en Indianapolis, por unas cuestiones o por otras. Si nos olvidamos de la jugada de traer a Richardson, al final la cosa queda pareja, que no deja de ser un buen resultado.


2 - #59 - Jack Mewhort, OT, Ohio State


El de los Buckeyes vino con la intención de hacerse un hueco en la línea ofensiva y mejorarla con su carácter y su talento. Tras pasar tres años como tackle titular con los de Ohio State tuvo que reconvertirse y jugar en el interior. En su temporada de rookie, una en la que más cambios en la OL hemos visto, Jack Mewhort se consolidó como una opción fiable como left guard, jugando 14 partidos de liga regular como titular.

Al año siguiente, este pasado, se intentó reconvertirlo a tackle para cubrir el lado derecho. Se intentó desde el training camp y desde entonces se le vio sufrir. Cuando regresó a su posición anterior en favor de Joe Reitz, su mejora y la de toda la línea se sintió notablemente. Es un tipo grande y fuerte que funciona bien en el interior por su potencia y su capacidad de bloqueo, pero no tiene la agilidad ni la facilidad para el movimiento lateral que requiere el extremo. No es un dancing bear como sí lo es Anthony Castonzo, eso sí, como guard tiene el futuro asegurado como titular durante unos cuantos años.


3 - #90 - Donte Moncrief, WR, Mississippi


Menudo cartucho le puso Grigson a Luck en la escopeta. Este Rebel llegó sin hacer mucho ruido para colarse en la plantilla titular al lado de gente como Hilton, Wayne o Nicks. Le robó el puesto a este último sin problemas y apuntó unas maneras que a muchos nos gustaron, pero de verdad.

Alto, rápido y cada vez más preciso en sus rutas, Moncrief pasó de ser una promesa en profundo a convertirse en el número dos. En una temporada en la que todo el ataque ha funcionado mal y que ha sido dirigido por una serie de QBs suplentes, Moncrief ha conseguido destacar, doblando su producción. Junto a Hilton es lo único seguro que hay ahora mismo en el cuerpo de receptores (aunque es cierto que Dorsett podría salir bueno). Aún tiene potencial por explotar y el reloj juega a su favor.


5 - #166 - Jonathan Newsome, DE, Ball State


Jonathan Newsome llegó como un torbellino. Un prospecto de perfil bajo que deslumbró en cuanto tuvo la oportunidad de lucirse con la plantilla titular. ¿Había sido Grigson capaz de traer una quinta ronda así de buena? Todo el hype que generó durante su año de novato se desvaneció la temporada pasada. Su rendimiento ha dejado mucho que desear. Hace poco era arrestado, acusado de tenencia de marihuana. Los Colts no tardaron en cortarlo. Es cierto que se han anulado los cargos que se habían levantado contra él, pero es poco probable que la franquicia quiera recuperarlo. Si el año pasado hubiera rendido como se esperaba de él, la posición no sería una de las más necesitadas hoy.


6 - #203 - Andrew Jackson, LB, Western Kentuky


Este prospecto de la WKU llegaba con ciertas luces rojas sobre su comportamiento y su posible falta de compromiso. En su paso por los Colts, fue relegado durante sus primeras tres semanas al practice squad para ser parte del roster oficial y jugar esporádicamente durante 13 partidos, en los que consiguió 7 placajes y un sack. También jugó en los equipos especiales. Un par detenciones por conducir bajos los efectos del alcohol lo apartaron del equipo. No ha vuelto a jugar como profesional.


7 - #232 - Ulrick John, OT, Georgia State


Ulrick John llegó desde Georgia State como un proyecto. Pasó su primer año lesionado en la injured reserve. El año pasado mantuvo su lugar, pero en la escuadra de prácticas. De ahí fue reclamado por los Dolphins, con los que apareció en dos partidos. Era un proyecto interesante que creó cierta expectación entre parte de los aficionados. Los Phins lo han renovado por un año.


Seis elecciones. Dos de ellos titulares indiscutibles. El resto ni siquiera sigue en la plantilla. Si le restamos el trade de la primera ronda por quien-tú-sabes tampoco fue un draft especialmente malo. Mucho mejor que el del año anterior. Jack Mewhort y Donte Moncrief son dos piezas lo suficientemente importantes de la ofensiva como para dar por bueno el año. El resto, un poco de todo. Newsome podría resucitar de la mano de algún equipo que quiera darle una oportunidad basada en su año de rookie. Andrew Jackson podría haberle dicho adiós definitivamente al football profesional. Y Ulrick John, que podría terminar de desarrollarse en los Dolphins o hundirse de nuevo en la escuadra de prácticas, o lesionarse, a saber.

No hay que olvidar que aquel año, tras ese draft, los Colts consiguieron llegar por primera vez al campeonato de la AFC desde que Ryan Grigson tomara los mandos de la franquicia. Es cierto, se hizo el ridículo contra los Patriots, pero se había dado un paso más hacia el objetivo final. En nuestra próxima (y última) entrada sobre de esta serie veremos cómo al año siguiente se realizó un draft bastante bueno para después perpetrar la peor temporada de la era Grigson, pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otro momento.




2 comentarios:

  1. No puedo culpar a Grigs por el trade de T-Rich, porque yo mismo lo hubiera hecho... la idea de juntar al QB nº1 del Draft y el RB nº 3 de ese mismo Draft, era irresistile! Lamentablemente nada resultó como se esperaba y T-Rich se confirmó como un Bust en toda regla. Ya visualizaba un tándem como Peyton-Edgerrin James pero ese sueño se convirtió en pesadilla.
    Lo que no deja de ser triste en esta historia, y es que los Browns despilfarraron totalmente el pick de 1º ronda que sacaron por T-Rich al invertirlo en "Johnny-BoozeBall" y pensar que con ese pick podrían haber tomado un QB como Teddy Bridgwater o Dereck Carr, que salieron poco despues de Manziel...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es cierto que la trayectoria de Manziel no ha sido la mejor. Yo pensaba que le podía ir mejor, pero al final sus asuntos fuera dle campo han podido con él. Qué triste.

      Lo de los corredores de Alabama es tremendo. Ingram está ahí. Lacy no termina de explotar. A Yeldon le queda muchísimo por demostrar. Veremos qué tal lo hace Henry el año que viene allá donde vaya. En este caso sí que es cierto que se han podido beneficiar mucho del sistema de Bama, pero no puedo entender del todo por qué no terminan de funcionar.

      Eliminar