lunes, 10 de agosto de 2015

Bill Polian se viste de oro.



Pocos son los nombres que han conseguido dar forma a toda una era. Bill Polian es uno de ellos. El que fuera general manager de los Colts de 1998 a 2011 fue investido este fin de semana en Canton, Ohio, con la chaqueta dorada que sólo los más grandes de este juego están destinados a vestir. Gracias a su gestión en proyectos como los Bills, los Panthers y los Colts, ha conseguido un hueco en el más prestigioso de todos los clubs: el salón de la fama. Junto a él, formando parte de la clase de 2015, nombres tan relevantes como Jerome Bettis, Tim Brown, Junior Seau, Ron Wolf o el mítico Will Shields.

La carrera de Polian le ha valido un lugar labrado con letras de oro en el Pro Football Hall of Fame. Con los Bills de Buffalo consiguió cuatro apariciones en el Super Bowl. Con los recién creados Panthers de Carolina una, dos años después de su debut como equipo en la NFL. Con los Colts pudo, al fin, llevarse el trofeo Lombardi a casa. Tres proyectos que le han llevado a ser considerado como uno de los mejores gestores de franquicias de football profesional de todos los tiempos.

A finales de 1997 y tras una temporada nefasta, Jim Irsay decide intercambiar los servicios de Polian a cambio de una tercera ronda del draft del año siguiente con los Panthers. Polian llega a un equipo mediocre que desde su mudanza al estado de Indiana no ha cosechado demasiados éxitos. Su primera decisión marcaría para siempre la historia de la franquicia, al traer en el draft de 1998 en primera ronda global a un tal Peyton Manning de la universidad de Tennessee. Es fácil opinar cuando la historia pone a cada uno en su sitio, pero en aquel momento no todo el mundo coincidió con aquella decisión y se escuchó de boca de algunos expertos que Ryan Leaf (número dos de aquel draft y una de las mayores decepciones de la historia de este deporte) tenía mucho más brazo y estaba destinado a ser mucho mejor que el de Tennesse. Polian lo tuvo claro. Apostó por el jugador que hoy ya es leyenda y el resto es historia.

No contento con llevar hasta Indianapolis al que se convertiría en uno de los mejores QB de la liga, año tras año fue forjando un roster que llegó a ser temible, formando un ataque devastador y uno de los equipos de referencia de la pasada década. En 1999 drafteó a Edgerrin James y firmó con Jeff Saturday como agente libre. En 2001 drafteó a Reggie Wayne, en 2002 a Dwight Freeney, en 2003 a Robert Mathis y en 2004 a Dallas Clark. También fue responsable de la llegada de jugadores como Antoine Bethea, Bob Sanders o Adam Vinatieri. No hace falta decir mucho más.

En su currículum con los de la herradura constan 17 apariciones en playoffs, 13 títulos divisionales, 5 campeonatos de la AFC y un Super Bowl. Convirtió un equipo perdedor y gris en un eterno contendiente. Sus decisiones, empezando por la elección de Manning, han sido cruciales para la historia reciente de los Colts.

Rodeado de los suyos, Bill Pollian ha recogido el preciado trofeo en forma de chaqueta. Nombres ilustres como Tony Dungy, Jim Caldwell, Jeff Saturday, Dallas Clark y el propio Peyton Manning (que ha dejado sus entrenamientos en Denver para reunirse con el hombre que lo apostó todo por él) han acompañado al viejo director de la franquicia blanquiazul.

Dicen que es un hombre directo, leal y con un ojo muy afilado para la gestión. Dicen que una de sus grandes virtudes es su capacidad para saber escuchar y su aptitud para construir los cimientos de equipos grandes es incuestionable. Podríamos, sin embargo, criticar algunas de sus decisiones; podríamos decir que durante las 13 temporadas vinculado al equipo sólo se consiguió un Lombardi; pero pocos pueden presumir de haberle dado nombre a una de las eras más gloriosas de la historia reciente como puede hacerlo Bill Polian.





3 comentarios:

  1. Gran artículo! según lei por alli, Tarik Glenn tambien fue a la verlo a Polian, aunque fue drafteado un año antes de su llegada. Ahora ha llegando el momento de que Dungy y Marvin Harrison reciban sus chaquetas...

    ResponderEliminar
  2. Es cierto, Glenn también acudió a la fiesta. Dungy y Harrison no deberían tardar en recibir sus merecidas chaquetas, este año estuvieron los dos muy cerca de conseguirlo.

    En cuanto a Polian, añadir que se le pueden recriminar muchas cosas, pero es el tipo que construyó el equipo que me hizo amar este deporte con desesperación.

    ResponderEliminar
  3. En lo personal, es más lo que tengo para agradecerle que recriminarle. Los Colts no tuvieron más anillos porque Sanders faltó en 2009 (y Mathis se lesionó en el SB) y nos miró un tuerto en 2005 contra los Steelers... Los años anteriores a Polian (sacando la "primavera" de Jim Harbaugh y Marshall Faulk) fueron bastante dificiles de digerir...

    Saludos!

    ResponderEliminar