jueves, 20 de noviembre de 2014

Las lesiones atacan con crudeza a los Colts.




Como una bandada de cuervos que sobrevolaran por encima del Lucas Oil Stadium, el reporte de lesiones de ayer miércoles no aventura nada bueno.

A principio de temporada se lesionaron para todo el año dos de las piezas claves del equipo, el  "supuesto" corredor titular Vick Ballard (y ya son dos años en dique seco) y Robert Mathis, estrella defensiva indiscutible y piedra angular del pass rush de los Colts. Lesiones de suma importancia a la que hay que sumar la del RB Ahmad Bradshaw, que ya está en la IR.
El domingo por la noche contra los Patriots se perdió mucho más que un partido. Una fractura en el peroné tendrá alejado de los campos de juego por todo el año a Bradshaw, uno de los jugadores más productivos con los que cuenta la ofensiva de los Colts. Tanto el entrenador principal Chuck Pagano como el resto de sus compañeros han lamentado profundamente el no poder contar con la energía y el carácter de lucha que caracterizan al ex-jugador de los Giants.

El interés de los Colts por Ben Tate, corredor titular de los Browns, se ha disipado en cuanto los Vikings lo han reclamado para un posible trade. Se han realizado dos fichajes de última hora, el retornador Josh Cribbs (un moviemiento un tanto extraño, ya que Griff Whalen no lo está haciendo tan mal) y el tight end Weslye Saunders. Con tan solo dos corredores en plantilla, no sé a qué esperan los Colts para fichar un RB que dé algo de profundidad a un puesto que se ve muy tocado con la pérdida de Bradshaw.

Se avecinan tiempos oscuros para el juego de carrera de esta ofensiva. Si bien Bradshaw ha sido un especialista en acumular yardas y anotaciones de recepción (y eso se va a echar mucho de menos), hasta ahora, ha sido el único RB fiable por tierra. Tanto el rookie Dan Herron como sobre todo Trent Richardson tienen a partir de este momento un desafío muy interesante. El corredor de Crimson Tide llegado el año pasado desde los Browns a cambio de una primera ronda no ha terminado de cuajar en un ataque que le ha dado muchas oportunidades. El año pasado fue un auténtico desastre. Este año ha mejorado algo, pero sigue siendo muy irregular. Su ratio de yardas por carrera es mediocre (3,4) y, lo peor de todo, tiene un gran problema protegiendo el balón.

A la lesión de Ahmad Bradshaw, que deja muy tocado al equipo, hay que añadir las de Dwayne Allen (que a pesar de no ser muy grave es probable que lo mantenga fuera de juego este domingo) y Greg Toller, que también es duda, en su caso por conmoción. Para colmo de males, el propio Trent Richardson no entrenó ayer miércoles ya que se encontraba "indispuesto".

En este punto desconocemos qué va a pasar con el juego de carrera de los Colts y, además, el ataque va a echar en falta mucho el aporte de Bradshaw al juego aéreo. Que Richardson y Herron vayan a funcionar no es algo que esté nada claro, pero cuando se fichó al RB de los Giants se sabía de su propensión a las lesiones. Esperemos que Chuck Pagano y compañía tengan un plan b algo mejor que simplemente darle el balón a Richardson y nos sorprendan en los próximos días.





Fotografía: USA Today

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