lunes, 17 de noviembre de 2014

El regreso de los fantasmas del pasado (Indianapolis Colts 20, New England Patriots 42).


Actuación lamentable de los Indianapolis Colts ayer en el Lucas Oil Stadium. Los New England Patriots pasaron por encima de los locales con un planteamiento estratégico muy superior y demostraron ser el equipo más fuerte de la AFC.

A pesar de estar jugando muy mal en defensa, especialmente contra la carrera, en el último cuarto los Colts llegaron a recortar la diferencia en el resultado a tan sólo 8 puntos (una anotación con conversión de dos puntos), pero la mala gestión de las jugadas, la inexistencia del juego de carrera, la presencia por tierra de los Pats por medio de Jonas Gray y una genialidad de Gronkowski mostraron las vergüenzas de los Colts, que terminaron el partido 22 puntos por debajo.

Dolorosa derrota contra unos Patriots que tienen victorias de desempate sobre Broncos y Colts y que se sitúan en la primera posición de la conferencia americana con un récord de 8-2. Si bien el resultado muestra las carencias de un equipo que decepcionó en muchos de los aspectos del juego y limita las posibilidades de conseguir una semana de descanso en postemporada, lo más negativo de todo fueron las lesiones de Dwayne Allen y Ahmad Bradshaw. Dos de los jugadores más importantes de la hasta ayer mejor ofensiva de la liga se rompieron. El tight end estrella y el corredor titular salieron del campo por lesión y no regresaron. Mientras que el entrenador principal Chuck Pagano ha confirmado que la lesión de Allen no es muy grave, aún no se tienen noticias sobre el alcance de la de Bradshaw, y ayer se le vio en el vestuario con férula y muletas y eso no puede significar nada bueno. Si estos dos jugadores no regresan pronto al terreno de juego, las aspiraciones de los Colts en playoffs se verán muy mermadas.

Indianapolis demostró que se mueve muy bien contra equipos medianos y pequeños, pero que lo pasa realmente mal contra verdaderos contendientes. No es el fin del mundo. Viendo el calendario no parece difícil ganar la división, pero ha quedado claro que este equipo no cumple con las expectativas que ha creado. Visto lo visto ayer, será prácticamente inevitable que Nueva Inglaterra y Denver se vean las caras en la final de conferencia.

Desde el principio del partido, dio la impresión de que Andrew Luck estaba jugando solo. No tuvo su mejor partido, pero visto con frialdad tampoco lo hizo mal. Completó 23 de los 39 pases lanzados para 303 yardas, 2 TD y una intercepción. No le acompañaron ni la defensa ni el juego de carrera, perdió a su mejor TE, y T.Y. Hilton, que es su primera opción de pase, no apareció en ningún momento. Peleó por remontar hasta que la defensa terminó de colapsar por completo y, al terminar el partido, se fue al vestuario con cara de pocos amigos.

El tight end Coby Fleener fue una de las pocas cosas positivas que vimos en el campo, acumulando 144 yardas. Reggie Wayne también estuvo correcto y consiguió 91 yardas de recepción. Hakeem Nicks marcó un TD, y el tackle Anthony Castonzo salió como elegible en una jugada, marcó un TD de recepción y nos deleitó con una de las mejores celebraciones que hemos visto este año.

Lo del juego terrestre fue algo para olvidar. Andrew Luck fue el mejor del equipo con 15 yardas. No hay que decir mucho más. Con la lesión de Bradshaw y un Trent Richardson que ayer jugó su peor partido hasta el momento (7 acarreos para 0 yardas), no sabemos cómo los Colts piensan resucitar la carrera. Hay que reconocer que la línea ofensiva estuvo horrible y no supo abrir ni una sola puerta a los corredores, y que los Patriots han trabajado muchísimo en la defensa contra la carrera, pero eso no quita para que este aspecto sea uno de los que más nos preocupan en este momento.

En defensa las cosas no estuvieron mucho mejor. Durante la primera mitad del encuentro se permitieron apenas un par de touchdowns, pero en la segunda cayeron cuatro. La defensa contra la carrera regresó dramáticamente al año pasado. Es verdad que se consiguió anular a Rob Gronkowski durante la mayor parte del tiempo, se limitó mucho su presencia y hasta el final no consiguió destacar en una jugada individual muy brillante, pero si le le anuló fue a costa de sacrificar la defensa terrestre. La secundaria cumplió y el FS Mike Adams consiguió interceptar por dos veces a Tom Brady. Se fallaron muchísimos tackles y eso se reflejó en el resultado final. El regreso de Erik Walden a la línea defensiva ha sido muy modesto. No se consiguió ningún sack sobre el QB rival, pero sí que se le apuró y gracias a la presión se consiguieron las dos intercepciones.

Los Patriots salieron al Lucas Oil con un planteamiento muy acertado. A pesar de haber tomado alguna decisión equivocada, Bill Belichick hizo uso de su magia negra y demostró que ha sabido aprovechar mejor la semana de descanso. La línea ofensiva mostró su calidad, abrió una infinidad de puertas para la carrera y encumbró al running back Jonas Gray como estrella absoluta de la noche, ayudándole a conseguir unos números de escándalo: 199 yardas y 4 TD.

Tom Brady estuvo muy normalito. Completó 19 de 30 intentos para 257 yardas, 2 TD y 2 INT. La línea de los Colts supo presionarlo y la secundaria limitó mucho su juego de pase. Rob Gronkowski no apareció hasta el final del partido, pero con una jugada espectacular que lo mantiene en lo más alto de la NFL. Es remarcable que los Patriots consiguieran convertir un 75% de los terceros downs contra un equipo que no suele permitir precisamente muchas conversiones en 3er y 4to down.

La defensa de los Pats anuló por completo el juego de carrera de los Colts y limitó bastante su potencia aérea. Encajó muy pocos puntos y frenó al ataque comandado por Luck en momentos decisivos. Indianapolis tuvo que sacar a su unidad de gol de campo en un par de ocasiones, una de ellas muy cerca de la endzone.

Derrota aplastante que saca a relucir lo peor de unos Colts que por un momento parecía que podían ser contendientes de algo más que ganar su división. Jarro de agua fría que debería despertar a los miembros del equipo si se quiere hacer algo en enero.

Un domingo duro para el aficionado blanquiazul. Una noche plagada de errores. Un partido importantísimo perdido a manos del eterno rival, que además sale muy fortalecido. Los Colts reciben una buena cura de humildad y, si bien es cierto que el calendario no parece muy complicado (quedan por jugar Jaguars, Redskins, Browns, Texans, Cowboys y Titans), las aspiraciones del equipo se ven tocadas, no sólo por el resultado, sino por la imagen dada y por las lesiones de dos piezas imprescindibles en esta ofensiva.

La semana que viene, los Jaguars deberían servir de nuevo como sparring que suba la moral del equipo con una victoria aplastante, pero no nos engañemos, la derrota de ayer por la noche y las circunstancias que la rodean complican mucho el camino hacia el super bowl para los Indianapolis Colts. Al menos nos queda el consuelo de que también perdió Denver.





Fotografía: Matt Kryger

No hay comentarios:

Publicar un comentario