En este deporte todo está relacionado, y todo lo que tenga que ver con el ataque de los Colts está relacionado con la horrible temporada que ha perpetrado Andrew Luck. Conocemos de sobra la historia, no nos vamos a repetir. Dicho esto, la actuación del cuerpo de receptores no fue tan mala como cabría esperar.
Ha habido algunos cambios. Empezando por el coordinador ofensivo. A pesar de que ya el año pasado Rob Chudzinski se hizo cargo del ataque, lo hizo con el mismo esquema de Pep Hamilton, su predecesor. El cambio de esquema, más la inversión en la línea ofensiva, más un Luck recuperado y listo para dar el salto de regreso a la élite, podrían hacer que el juego aéreo se viera muy beneficiado.
T.Y. Hilton viene de impresionar durante esta offseason. Ya el año pasado, en el que no dejaron de sucederse los problemas en la posición de QB, consiguió desmarcarse con 68 recepciones para 1.124 yardas y cinco touchdowns. El pequeñajo no tardó en destacar desde su llegada en el draft de 2012 y se ha convertido en uno de los mejores de la liga. Es cierto que se le pueden achacar algunos momentos en los que parece desaparecer, pero nadie puede negar las 283 recepciones para 4.413 yardas (15,6 por recepción) y 24 touchdowns en sus cuatro años de carrera. Su talento, su velocidad y su química con Luck lo hacen el WR1 perfecto.
Donte Moncrief no ha dejado de crecer. Ya apuntó maneras en su temporada de rookie, para mejorar el año pasado (volvemos a incidir en la fiesta de QBs que llegaron a lanzar para los Colts). Se ha convertido en una buena diana en la zona de anotación y no deja de ser un peligro en profundo. Es rápido, fuerte y fiable. Este podría ser su año.
Como WR3, lo más probable es que veamos a Phillip Dorsett. El año pasado estuvo lejos del campo durante bastante tiempo por una lesión fea. En 11 partidos atrapó 18 recepciones para 225 yardas (12,5 por intento) y un TD. Su elección en primera ronda en el draft de 2015 fue de las más criticadas. Si este año consigue convertirse en un buen arma para el juego aéreo, podría reivindicar su selección.
Más allá de estos tres, tenemos en plantilla a gente como Quan Bray, un excelente retornador, pero que tendrá que demostrar su valía como receptor para quedarse en el equipo. Tevaun Smith es uno de los novatos que mejores impresiones está dando por el momento y podría hacerse con un hueco como cuarto o quinto receptor. También suena el nombre de Daniel Anthrop, undrafted llegado de Purdue que está gustando por el momento.
Lo único seguro hasta ahora son los tres titulares. Hasta ahora se había apoyado al cuerpo de receptores con un jugador veterano (que luego nunca terminaba de funcionar, recordemos a los Avery, Heyward-Bey, Nicks o Johnson), este es el primer año que no será así.
Si la línea ofensiva es capaz de aguantar y proteger al QB, y si el QB es capaz de mantenerse sano y al nivel que se espera de él, el juego aéreo podría recuperar el estatus de otros años. El juego de pase ha sido la seña de identidad de esta franquicia durante muchos años y tiene que recuperar su papel ganador de partidos. Las piezas parecen estar ahí, y el cuerpo de receptores, sin tener gran profundidad, sí que cuenta con tres jugadores jóvenes que podrían conformar un tridente letal si todo lo demás está en su sitio.
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