Con la llegada de los días locos de la agencia libre, algunas franquicias se han volcado en reestructurar sus plantillas. No ha sido el caso de los Colts de Indianápolis. La lección aprendida a base de golpes con la locura del año pasado aún escuece. Los errores del pasado, sumados a la próxima mega extensión del contrato de Andrew Luck, le han puesto las cosas difíciles a la oficina central de la franquicia.
Hemos visto cómo algunos jugadores a los que nos hubiera visto jugar con la herradura en el casco pasaban a formar parte de otros equipos. Se han dejado escapar un par de jugadores titulares, y los reemplazos, hasta el momento, no cubren los huecos que tiene la plantilla.
En nuestra entrada del día 8 de marzo hablábamos sobre las necesidades del equipo y qué jugadores podrían encajar en el vestuario. Hablábamos de las posibilidades económicas que el tope salarial dejaba abiertas. Por el momento parece que no podríamos habernos equivocado más. Mitchell Schwartz ha firmado con los Chiefs, y Alex Mack con los Falcons. Kelechi Osemele es jugador de los Raiders, igual que Bruce Irving. Hemos visto como buenos jugadores pasaban de mano en mano, y cómo algunas franquicias como Jacksonville Jaguars o New York Giants tiraban la casa por la ventana.
Los movimientos que hemos visto en casa han sido modestos, y por el camino hemos perdido a un par de jugadores como Coby Fleener y Jerrell Freeman, que a muchos nos hubiera gustado ver en el equipo por más temporadas. Parece que el próximo contrato de Andrew Luck no es algo para tomarse a broma. Hay quién dice que directamente piensan ofrecerle las llaves del Lucas Oil Stadium.
El primero en salir fue el QB Josh Freeman, al que algunos veíamos como buen suplente de Luck. Matt Hasselbeck anunciaba su retirada del football profesional después de 17 temporadas a sus espaldas. Fichaba para ESPN como sustituto de Mike Ditka en el Sunday NFL Countdown. Otro en ver la puerta ha sido el linebacker Björn Werner. Al alemán elegido en primera ronda del draft de 2013 se le han dado muchas oportunidades. No ha funcionado como pass rusher y tampoco ha destacado contra la carrera. No se le ha ofrecido contrato al corredor Boom Herron, que sigue en la agencia libre. El mítico Andre Johnson no ha sobrevivido a la criba tras un año decepcionante. Los Chargers se hacían con el safety Dwight Lowery, un movimiento en el que los Colts muestran una total confianza hacia el joven Clayton Geathers.
La reestructuración del contrato de Dwayne Allen (29,4 millones por 4 años) hacía muy difícil que Coby Fleener fuera a continuar en Indianapolis, y los Saints se han hecho con él. Aquí habíamos apostado por él en lugar de Allen, que sí, que es mejor jugador que Fleener, pero también más propenso a lesionarse. Los Colts han querido arriesgar y se han quedado con el TE que más calidad tiene de los dos. El hecho de que el jugador de los Sains haya criticado el esfuerzo de alguno de sus compañeros nada más llegar a Nueva Orleans hace que lo vayamos a echar un poco menos en falta.
La mayor pérdida ha sido causada por una falta de entendimiento entre Jerrell Freeman y la franquicia. El ILB dice que quería quedarse en Indianapolis, pero los Colts no igualaron la oferta que le hicieron los Bears. Ha firmado un contrato de 3 años por 12 millones de dólares, más la oportunidad de 2 millones y medio en incentivos. La diferencia ha estado en esos incentivos. Con la sentencia del juicio por agresión que declara culpable a D'Qwell Jackson, la posición podría verse comprometida si la NFL decide sancionarle con partidos.
Dos jugadores han estado de acuerdo en ver sus sueldos reducidos. Tanto Arthur Jones (DT) como Trent Cole (OLB) se mantienen en la plantilla, pero con un impacto salarial menor. Jones ve rebajado su sueldo de 4 millones y medio a dos y medio. Cole pasa de ganar 4,25 millones a dos. No son malas reestructuraciones, pero a este último no nos hubiera importado verlo fuera.
Ya hemos hablado de la renovación de Dwayne Allen. También ha sido importante la de Adam Vinatieri. Tras unas negociaciones duras que no hacen sino confirmar la tendencia que la franquicia mantiene, el kicker ha firmado por dos años y 6 millones. Parece que los Colts eran reticentes a ofrecerle ese año extra que el jugador ha conseguido rascar.
En el apartado de los fichajes: un long snapper, un QB suplente y un RB con un anillo de campeón, pero como suplente de Marshawn Lynch. Por el momento no se consigue reforzar ningua de las posiciones de máxima necesidad, aunque sí podría resolverse el puesto de segundo running back.
Forrest Hill es un undrafted free agent que jugó para la universidad de Auburn de 2012 a 2014. Un movimiento sin apenas relevancia, que dará algo de competición a la posición, cubierta por Matt Overton.
Scott Tolzien viene de ser suplente en Green Bay, bajo el ala de Aaron Rodgers. Con Hasselbeck y Freeman fuera, tendrá que competir por el puesto de QB2 con Stephen Morris.
Robert Turbin tiene algo más de pedigree, pero también como suplente. Puede se un buen backup de Frank Gore. Podríamos verlos alternar jugadas. Turbin fue drafteado por los Seahawks en 2012 y jugó como suplente de Lynch durante tres años. El año pasado jugó para los Browns y para los Cowboys sin hacer mucho ruido. En toda su carrera ha jugado en 58 partidos, tres como titular, con 281 acarreos para 1.127 yardas (4 yardas por intento) y un touchdown. Como receptor ha atrapado 50 pases para 450 yardas (9 yardas por recepción) y dos anotaciones. Su contrato es de 760.000 dólares por un año, con posibilidad de un incentivo de 80.000 más si consigue un cierto número de yardas de carrera. No parece un mal negocio.
Y hasta aquí lo poco que ha dado de sí la agencia libre de los Colts. Por el momento se no se consiguen cubrir puestos de necesidad, confiando en los refuerzos que puedan llegar en el draft. No parece que en las oficinas estén pensando a corto plazo. El Super Bowl or bust del año pasado ha quedado atrás. Si el objetivo es crear un equipo contendiente a medio y largo plazo, bienvenido sea.
El resto de la división se ha reforzado mucho, sobre todo Jaguars y Texans. Las cosas puede que ya no sean como antes en la AFC Sur. Pensar en el futuro, en bajar la edad media de la plantilla y en no pagar de más a jugadores no suena tan descabellado. Los mismos fans que criticamos los movimientos del año pasado, nos quejamos de que no ha habido mucho movimiento en la agencia libre, pero olvidamos que la posible renovación de Andrew Luck podría estar condicionando la actitud con la que se está moviendo Ryan Grigson durante este mes de marzo.
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