Demasiado poco y demasiado tarde (Colts 18 - Dolphins 12).

Y al final jugó Charlie. Y lo hizo mejor que Hasselbeck. Y se ganó el partido. La agonía continúa, y parece que será la semana que viene cuando los Texans se hagan con su plaza para playoffs, dejando fuera a los Colts. Eso si los Broncos ganan esta noche a los Bengals, ya que el desempate para decidir la AFC Sur se mediría por victorias a rival más fuerte.

Cuando a nadie parecía importale ya, con el suplente del suplente bajo centro durante la mayoría del encuentro, y la temporada dada prácticamente por perdida, los Colts jugaron un partido equilibrado, con alguna actuación destacable en defensa y en ataque, pero jugaron desganados. Por desgracia, de poco servirá una vez que la semana que viene los Texans ganen su partido.

Sabíamos que Chuck Pagano le había ofrecido descanso a Matt Hasselbeck. Lleva jugando lesionado varias semanas y su rendimiento en las últimas jornadas poco o nada tiene que ver con el que mantuvo en los primeros partidos. En palabras del propio Pagano, Matt es un guerrero. Y por eso declinó la oferta de su entrenador para intentar hacer la machada de salir al campo una vez más. En esta ocasión apenas duró unos pocos drives en pie. Tal y cómo habíamos predicho, regresó a la banda lesionado y en su lugar se hizo con los mandos Charlie Whitehurst, damnificado por la llegada de Mariota a los Titans y que ha terminado por dar con sus huesos en los Colts. Tal y cómo habíamos predicho, Clipboard Jesus jugó mejor que Hasselbeck (lo que, por otra parte, no era tan complicado).

En mejor o peor modo, el ataque supo avanzar por tierra y por aire algo mejor que el contrario. Actuación memorable, eso sí, la de Frank Gore, que sigue siendo un referente terrestre y puede perfilarse como una de las renovaciones más interesantes de la agencia libre. ¿Gore un año más o no? He ahí la cuestión. Este domingo el amigo sacó a relucir sus mejores artes, llevó todo el peso del ataque sobre sus hombros y, con 15 acarreos, consiguió 85 yardas y dos touchdowns. Hasta el momento ha sido su mejor partido con la herradura en el casco.

Es cierto que los Dolphins no se jugaban nada y que además no parecieron tener muy claro su plan de juego. A pesar de los intentos tanto de Jay Ajayi y de Lamar Miller, no consiguieron avanzar por tierra con comodidad. Por arriba sobresalió Jarvis Landry, con 111 yardas y una recepción a una mano de las que pasarán a la historia. Pusieron a la secundaria Colt en problemas en alguna ocasión, pero la tibieza de Ryan Tannenhill, y un esquema ofensivo poco sofisticado hicieron que la defensa visitante les ganara la partida.

Algo positivo fue el renacer de un pass rush desaparecido durante buena parte de la temporada. La línea defensiva fue dominante en ambos aspectos del juego y, gracias a dicho resurgir del pass rush, se pudo ganar un partido que de otro modo hubiera sido una derrota.

¿Lesiones? Como todos los partidos. Las más destacables las de Hasselbeck y la de Whitehurst. El siguiente es la lista es Stephen Morris, recién llegado del practice squad de los Eagles. Este ha sido, sin duda, un año nefasto para los quarterbacks.

Está feo buscar la derrota para subir puestos en el draft, lo que los americanos llaman tanking, pero esta victoria sólo parece un perjuicio para los propios Colts. Ahora, que si algo hemos podido sacar en claro es que Whitehurst, sin ser un crack, puede jugar. Parece un tipo disciplinado y trabajador. Si nadie lo reclama una vez que empiece la locura de la agencia libre, podría quedarse como QB2 si es que Hasselbeck mantiene su palabra y se retira al terminar la presente temporada.