El fin de una era.

El viernes 6 de marzo recibíamos una noticia muy triste. Reggie Wayne, veterano receptor de los Indianapolis Colts, decía adiós al equipo que lo vio nacer y crecer como profesional. En un movimiento racional, pero no por ello menos doloroso, la organización decidía no contar más con los servicios de Reggie sobre el campo.

Este último año Reggie Wayne no ha sido ni la sombra de lo que fue en otro tiempo. El buque insignia de los Colts se lesionó en 2013 y estuvo fuera del terreno de juego durante la segunda mitad de la temporada. El año pasado jugó arrastrando una lesión en el tríceps, de la que ha sido operado recientemente y que condicionó por completo su nivel de juego. Al final de la temporada le vimos soltar balones que en otro momento hubiera sido impensable verle soltar. Después de la recuperación por la operación en el tríceps, parecía que estaba dispuesto a volver al menos por un año más, sin embargo, el equipo ha decidido no contar con él.

Por el momento no se sabe si Reggie terminará retirándose o si por el contrario volverá a jugar para otro equipo. Aún es pronto, pero nadie se ha interesado en él todavía. No es tan difícil imaginárselo como refuerzo veterano y un WR2 más que decente para muchos equipos. ¿Quién sabe si podría llegar a jugar en los Broncos? Sería una auténtica gozada que se retirase recibiendo pases, una vez más, de la mano de Peyton Manning. Dos dinosaurios en peligro de extinción, pero que pueden aportar experiencia, carisma y toneladas de esfuerzo.

Pero hagamos un poco de historia. Reggie Wayne llegó a Indianápolis en 2001, procedente de la Universidad de Miami. Desde entonces se ha convertido el jugador que más partidos ha jugado como Colt (211), el que más victorias ha conseguido (143) y el segundo en recepciones (1.070), yardas de recepción (14.345), touchdowns de recepción (80), partidos de más de 100 yardas (43) y partidos consecutivos con alguna recepción (134), por detrás sólo de Marvin Harrison. Sus yardas de recepción totales lo convierten en el séptimo mejor de todos los tiempos en la NFL, octavo en número de recepciones conseguidas. Ha sido nombrado pro-bowler seis veces, y convocado en el primer equipo del All-Pro en 2010.

Nos ha regalado momentos históricos, como aquel famoso partido del 4a y 2 contra los Patriots, en el que Reggie recibió 10 pases para 126 yardas y dos touchdowns; o el partido de 2006 contra los Broncos; o su TD de 53 yardas en el Super Bowl XLI contra los Bears; o tantos y tantos otros.

Ya lo hemos dicho en alguna ocasión. Reggie ha sido el Colt definitivo. Cuando el equipo se hizo pedazos, y ante el éxodo de estrellas a otros equipos, él decidió quedarse en Indianapolis y ser una parte fundamental de la reconstrucción que han sufrido los Colts durante estos últimos tres años (desoyendo ofertas como la de los Patriots, que lo querían junto a Tom Brady). No debería tardar en entrar en el Ring of Honor del equipo, y no es un secreto para nadie que terminará vistiendo una chaqueta dorada en Canton.

Reggie ha sido un jugador implicado en la comunidad, que ha hecho gala siempre de una humildad poco común para su posición de súper estrella, y que siempre ha tenido una sonrisa para el aficionado. En Indianápolis se le quiere de verdad. Ha sido, y será durante mucho tiempo, el favorito de los fans. Las gradas del Lucas Oil temblaban cada vez que los aficionados coreaban su nombre.

Como jugador de football ha sido uno de los más grandes. Rápido, inteligente y seguro. No en vano muchos le apodaban Mr. Reliable (Míster Fiable). Cuando el ovoide volaba por los cielos y veíamos desmarcarse a Reggie esperando con las manos preparadas, sabíamos que algo grande estaba por pasar.

Su marcha deja un hueco que en lo deportivo parece bien cubierto con la llegada de Andre Johnson, pero que empaña los corazones de los aficionados que, como nosotros, lo hemos visto jugar prácticamente desde sus inicios.

Tras el anuncio de que el equipo no contaría con él para la próxima campaña, Reggie dedicó unas letras a los aficionados, que hemos traducido libremente y que os mostramos a continuación:


Con la elección número 30 en el draft de 2001 de la NFL, los Colts de Indianápolis decidieron darme una oportunidad. Me permitieron vestir la herradura y representar a la organización. Con esa elección hicieron que mi sueño de la infancia se hiciera real. He sangrado azul y blanco por 14 años, y he estado verdaderamente agradecido por la oportunidad de jugar un juego de chavales semana a semana. Todo aquel que juegue este juego tiene que hacer un gran "sacrificio" para llegar a ser el mejor jugador de football que puede llegar a ser. Yo lo intenté cada día y me comprometí a conseguir la última meta de ganar un campeonato.

Durante este tiempo, Jim Irsay y su familia me han acogido como a uno de los suyos. La puerta de Jim siempre ha estado abierta para mí, sin importar la situación o circunstancia. Algo por lo que estaré agradecido siempre. Me honra haber tenido la oportunidad de llamarme Colt a mí mismo.

Al entrenador Mora, el entrenador Dungy, el entrenador Caldwell y al hombre que conozco desde mis días de universitario, el entrenador Pagano: vosotros y vuestra gente siempre habéis tenido tiempo para ayudarme a perfeccionar mi trabajo, me habéis aceptado por lo que soy y habéis confiado en mí para ser una parte vital del equipo.

A todos y cada uno de los compañeros de equipo con los que he coincidido en mi carrera como Colt: gracias por jugar con corazón, pasión y dedicación. Si hemos tenido éxito ha sido por nuestra falta de egoísmo y porque hemos trabajado juntos por un logro común. Siempre nos hemos tratado unos a otros con CONFIANZA, LEALTAD y RESPETO.

Al estado de Indiana, la Nación Colt y especialmente al 317: gracias por hacer de éste mi hogar lejos del hogar. Como el chaval de Louisiana que soy, llegué desde una comunidad verdaderamente muy acogedora, e Indianápolis me recibió del mismo modo desde el primer día. Eso ha hecho que mi paso por aquí, durante estos años, haya sido muy fácil, y ahora hay mucha gente a la que considero amiga aquí. Voy a echar mucho de menos los cantos de REG-GIE antes de cada partido en casa, donde los he sentido como un deseo personal de buena suerte por parte de cada uno de vosotros. Mi meta cada partido ha sido darlo todo para la gente que lo sigue en el estadio y para la que lo hace en casa por la televisión, porque creo que no os merecéis menos. No puedo dejar de agradeceros a todos el amor y apoyo que me habéis dado.

¡Gracias por todo, Nación Colt!

Reggie Wayne, #87


Cosas como esta son las que han logrado que Reggie conquistara los corazones de los aficionados blanquiazules. El 87 es un gentleman de los pies a la cabeza, un crack dentro del campo, y lo vamos a extrañar muchísimo. El día que los medios anunciaron que los Colts no pensaban contar con él, fue un día triste, un día oscuro.

Es el fin de una era. Su marcha ha sido un golpe muy duro. Aún no sabemos si Reggie fichará por algún equipo o terminará por retirarse definitivamente. Más allá de lo de lo que le suceda como deportista, le deseamos lo mejor.

Hasta siempre, Reggie, que tengas mucha suerte.


 

Fotografía: google images.