lunes, 1 de diciembre de 2014

Aluvión ofensivo en el Lucas Oil (Washington Redskins 27 Indianapolis Colts 49).


Los Indianapolis Colts arrollaron en ataque a unos Washington Redskins que no dejaron de intentarlo, pero que se marcharon a casa con una abultada derrota bajo el brazo. Tras un inicio irregular y dos turnovers casi seguidos, la ofensiva de los Colts tomó el ritmo del partido y no le dio oportunidad alguna de remontar al equipo visitante.

Partido de alto puntaje en el que la defensiva de Washington, sobre todo contra el pase, facilitó el camino del festival ofensivo de los Colts. La victoria mantiene al equipo en lo alto de la AFC Sur con 8 victorias y 4 derrotas. Es cierto que se permitieron muchos puntos y yardas, pero una vez pasado el mal trago de los dos primeros drives, pareció que los de la herradura habían tomado el control del partido.

A pesar del grave problema que suponen los turnovers (hasta 3 veces entregó el balón la ofensiva de Indianapolis), problema que no parece tener solución cercana, el ataque sacó todas sus armas disponibles y realizó un partido remarcable.

Los Redskins salieron al campo mordiendo fuerte y con ganas de llevarse el partido. En la primera jugada derribaron a Andrew Luck que, una vez más, se dejó provocar un fumble al intentar evitar el sack. En el siguiente drive de los Colts, la defensiva consiguió una intercepción, pero nunca supieron aprovechar los fallos de los locales, convirtiendo 3 puntos en tres turnovers provocados. El front seven intentó poner en apuros a la OL de los Colts, pero a pesar del nivel mostrado la semana pasada, la línea supo responder con contundencia y sólo llegaron a tirar a Andrew Luck una vez al suelo. La secundaria decidió no cubrir ni a Coby Fleener ni al resto de los receptores en algunos momentos, y la defensa contra la carrera permitió que los Colts también avanzaran por tierra.

A pesar de lo que los números puedan decir, Colt McCoy (31/47, 392 yardas y 3 TD) no jugó un buen partido. Cinco de los seis sacks que se comió fueron a causa de su indecisión. Tuvo alguna jugada brillante, pero cometió muchos errores. Se dedicó a aprovechar el agujero que los Colts dejan por el centro y maquilló ligeramente el resultado final.

Mientras Robert Griffin III veía el partido desde la banda, Andrew Luck firmaba una actuación estelar completando 19 de 27 pases lanzados para 370 yardas y 5 touchdowns (primera vez en su carrera como profesional) contra una intercepción y un fumble. Creo que ni todos los fuegos artificiales de anoche (con dos TD de más de 70 yardas incluidos) pueden camuflar el problema que el QB de Stanford tiene con los fumbles. Lleva 11 esta temporada, 27 en sus tres años de carrera. El fuego que mueve sus pasos lo ciega en ciertas ocasiones, ocasiones que muchas veces acaban por ser decisivas. Querer evitar un sack a toda costa se está pagando muy caro, y en enero no te van a perdonar esos errores. Eso no quita que hiciera un partido espectacular y desmontara a base de big plays, uno tras otro, a la defensa contraria.

Donte Moncrief estuvo brutal. Con tan solo 3 recepciones consiguió 134 yardas y 2 TD. Definitivamente tiene que verse más involucrado en el juego de los Colts. T.Y. Hilton cumplió con 62 yardas y un TD. Coby Fleener parece haber resucitado y anoche aprovechó que los Redskins no se dieron cuenta de que estaba jugando para conseguir 127 yardas de recepción y 2 TD (que podrían haber sido 3 si no deja caer un pase claro).

A pesar de que el planteamiento ofensivo del partido fue principalmente aéreo, el juego terrestre resolvió una de las dudas que planteaba: Dan Herron es una buena apuesta. El corredor de tercer año se dejó provocar un fumble, pero en 8 carreras consiguió 88 yardas y un TD (el primero como profesional). A nada que mejore protegiendo el balón podría ser una buena opción de futuro. En cuanto a Trent Richardson mejor no hablar. Se le han dado ya demasiadas oportunidades y ha llegado el momento de limitar el número de snaps en los que está presente. Donald Brown, Ahmad Bradshaw y el propio Boom Herron han demostrado que el problema no está en la OL.

La defensa aguantó el tipo y, a pesar de permitir 27 puntos y 476 yardas totales, supo controlar el ritmo del partido. Lo mejor fueron los 6 sacks y que D'Qwell Jackson recuperó un fumble provocado que convirtió en un TD. Cada día se hace más patente el sacrificio que suponen los blitzes salvajes de Greg Manusky que dejan vendido el centro del campo. La cobertura a tight ends y a corredores que salen desde atrás para recibir es nula. No se ha mejorado nada al respecto. Si bien la defensa contra la carrera supo limitar el impacto de Alfred Morris a 67 yardas, es significativo que Roy Helu, segundo corredor, consiguiera 61 yardas de recepción y un TD también por aire. El TE Jordan Reed consiguió 123 yardas. Si los Colts quieren tener opciones en postemporada, más vale que comiencen a buscar soluciones de urgencia.

Los Redskins no dieron buena imagen. Llevan un montón de derrotas a la espalda y no parece que el culebrón que rodea a la posición de QB vaya a remitir por el momento. Los Colts por su parte escalan peldaños dentro de la conferencia americana con los ojos puestos en playoffs. La división ya está casi ganada, sólo queda un último esfuerzo. La semana que viene se viaja a Cleveland a jugar contra unos Browns con un récord positivo y en los que seguramente veamos jugar a Johnny Manziel, el QB con la boca más grande de toda la NFL. Puede ser interesante ver cómo se enfrentan los Colts a la explosividad por tierra de Johnny Football.




Fotografía: Darron Cummings

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