lunes, 13 de abril de 2015

Una de football nacional (Jabatos de Tres Cantos 7 - Majadahonda Wildcats 26).


Esta vez no vamos a hablar de Andrew Luck, ni de Robert Mathis, ni si quiera vamos a hablar de algo relacionado con los Colts o la NFL. Hoy toca hablar del partido jugado ayer domingo en el campo de Rugby Valle del Arcipreste, en Majadahonda, Madrid, entre los Jabatos de Tres Cantos y los Majadahonda Wildcats.

Ayer domingo por la tarde, en mitad de la sequía del desierto de la offseason, nos reencontrábamos con el football de la mano de dos equipos nacionales. Tenemos que reconocer que es el primer partido que vemos en directo, en el campo, y desde luego no será el último. Animados por la invitación de nuestro amigo Edu, el Novat, colaborador del podcast y receptor de los Jabatos, nos plantamos sobre las tres de la tarde en Majadahonda. Las gradas estaban llenas de gente, con un ambiente inmejorable. Nada más llegar vimos que en la zona izquierda del graderío había una bandera Jabata y allí nos sentamos, junto a la afición venida de Tres Cantos, impulsados a animar a los de naranja y verde. Ya somos fans incondicionales del equipo. Junto a los Colts de Indianápolis y la Marea Roja de Alabama, tenemos que hacerle un hueco a los Jabatos de Trescan.

Tenían una situación complicada. Llegaban de perder el anterior partido de 12 puntos, también contra los Wildcats. Si querían quedar segundos de la conferencia, tenían que ganar por más de esos 12 puntos. Salieron al campo a por todas. Con las pezuñas relucientes y los colmillos afilados, los de Trescan lucharon con valentía y no se rindieron en ningún momento, pero los locales consiguieron imponerse por 26 a 7.

Hay que reconocer que los Wildcats cuentan con una buena plantilla. Tienen un quarterback con puntería, capacidad de lectura y buen scramble y salida en carrera. Además, cuentan con unas poderosas líneas defensiva y ofensiva, y un par de jugadores que por su complexión parecían auténticos profesionales. Los Jabatos lucharon hasta su última gota de sangre, pero el lastre de los 12 puntos, más algunos errores cometidos en defensa, hicieron muy complicado remontar y poder hacerse con esa ansiada segunda posición.

A pesar del resultado, los Jabatos dieron muy buena impresión sobre el campo. Cuentan con un buen juego de carrera, que explotan en la mayoría de los snaps. Tienen una secundaria atenta y rápida, que sabe reaccionar bien en cobertura y ayuda mucho contra la carrera. Tienen un buen receptor, alto y rápido (y no es porque sea nuestro colega), y se nota que hay espíritu de equipo y ganas de superación.

Como decimos, la defensa de los Jabatos cometió algunos errores, pero en otros momentos mostraron muy buen nivel, provocando varios turnovers (fumbles recuperados y varias intercepciones), y frenando en algunos drives a los contrarios con 3 y fuera. Jugaron en su contra los buenos retornos de los equipos especiales de los Wildcats, que en una ocasión llegaron a anotar un touchdown.

En ataque se mostraron incisivos. Supieron mover las cadenas en algunos momentos, pero el nivel de la defensa de los Wildcats y la mala posición de campo al inicio de algunos drives pusieron cuesta arriba la remontada. A los Jabatos les gusta el power running, y la verdad es que no tienen problemas para avanzar por tierra, pero sí que echamos de menos algo más de juego aéreo. Edu #89, nuestro colega, lo hizo muy bien. Pelea bien con las manos contra los cornerbacks y sabe crear separación en movimiento. De cinco balones que le lanzaron, provocó que castigaran al contrario con dos interferencias de pase, falló un pase muy complicado y atrapó otros dos, uno de ellos en doble cobertura. No está mal para el Novato.

Varios Jabatos posando con orgullo tras el partido junto a su coach.

Tuvimos un par de sustos cuando varios jugadores cayeron al campo lesionados, tanto de un bando como de otro, pero parece que todo quedó en susto y todos los jugadores caídos se levantaron y se recuperaron sin problemas.

Es impresionante el nivel de camaradería y respeto que mostraron ambos equipos. En un deporte de contacto, el respeto es algo imprescindible. Uno puede calentarse en el campo y echar mano de un poco de trash talk, pero una vez que se pita el final del partido, la agresividad se queda en el césped. Es muy emocionante como una vez que la batalla ha terminado, se juntan las dos plantillas por separado y corean los nombres de sus equipos, de los contrarios, ¡y también del público! De verdad que es impagable ver todos esos cascos juntos mientras se escuchan los gritos de batalla. Luego se colocan en fila las dos plantillas y se saludan unos a otros todos los jugadores.

Es admirable ver que esta gente pelea cada yarda, cada pulgada, con la misma pasión que las estrellas que vemos jugar por la televisión. Muestran un esfuerzo y un tesón dignos de los profesionales. Si ya teníamos simpatía por el equipo de Trescan, haberlos visto jugar en vivo, haber gritado DE-FENSE! junto a ellos, haber sufrido con cada tackle, haber gozado con cada primer down y, en definitiva, haberlos visto pelear hasta la extenuación sin bajar los brazos en ningún momento, nos ha convertido en auténticos seguidores. ¡Vamos Jabatos!




Imágenes: David García


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