Sangre nueva (previa Colts vs Jaguars).

Nuevo viaje a Jacksonville. En esta ocasión con el título de la división en juego. Quedan pocas jornadas de temporada regular. Mantener las aspiraciones a jugar en playoffs pueden pasar por ganar a los Jaguars. Tras la paliza recibida en Pittsburg, los Colts necesitan un lavado de cara y una victoria que los mantenga en pie.

Los Jags parecen haber encontrado en Blake Bortles al quarterback que buscaban desesperadamente desde hace tiempo. En su segundo año ha mejorado sustancialmente. Ha madurado y su juego lo ha hecho con él. Con Bortles bajo centro llevan un récord de 4 victorias y 8 derrotas, pero podría decirse que han tenido muy mala suerte en varios de los encuentros que han perdido. Sin ir más lejos, el de la cuarta jornada contra los Colts.

Poco a poco las piezas van encajando y en Florida han conseguido armar una ofensiva a tener en cuenta. Posiciones de habilidad cubiertas por nombres como T.J. Yeldon (RB), Allen Robinson (WR) o el propio Bortles. El corredor procedente de la universidad de Alabama lleva 678 yardas y dos touchdowns en 171 carreras (tiene una media nada desdeñable de 4,0 yardas por intento). Robinson parece destinado a pulverizar todos los récords de la franquicia en cuanto a recepciones y yardas. Ya ha superado las 1000 yardas. Allen Hurns, también un receptor de segundo año, se está consolidando como una buena segunda opción.

Armas en ataque para unos Jaguars que pueden ponerle la cosa difícil a los Colts si la defensa no da un paso adelante. Es cierto que las estadísticas no siempre han demostrado el nivel real de la unidad, pero la semana pasada se vieron arrollados por completo. Una semana más las bajas podrían reproducirse en el vestuario. Ayer jueves no entrenaron varios nombres importantes como Greg Toler (rodilla), Jerrell Freeman (tendón y costillas), que sigue con el estado "semana a semana" y Erik Walden (pie). No se sabe mucho del estado de Toler y Walden y no está claro que vayan a poder jugar el domingo. La "buena" noticia es que D'Qwell Jackson ha empezado a participar, con un papel limitado, en los entrenamientos.

Hay que señalar que, una vez más, el pass rush está siendo uno de los mayores dolores de cabeza. Ver a Roethlisberger lanzar con todo el tiempo del mundo fue una pesadilla. Bortles no va a perdonar la ocasión, y si los rushers no le obligan a deshacerse del balón con rapidez puede quemar a la secundaria tanto con Hurns como sobre todo con Robinson. Ya hay quién pide a gritos que promocionen a Daniel Adongo de la escuadra de prácticas a la plantilla de 53 hombres y que juegue en detrimento de Trent Cole. No podemos negar que sería curioso ver al sudafricano en el campo.

Las lesiones tampoco están perdonando al ataque. Anthony Castonzo sigue "semana a semana" y no ha entrenado. Griff Whalen tampoco lo ha hecho y su estado es aún duda. Tanto Phillip Dorsett como Hugh Thornton se han reincorporado a un ritmo completo. También Matt Hasselbeck.

Frente a los Jaguars todo el ataque tiene que jugar a su mejor nivel y no dar ninguna oportunidad. Hasselbeck tiene que responder y sus receptores tienen que dar la cara por él una vez más. Que no sea necesario que Reggie Wayne esté entre el público para que sobresalgan. Y sobre todo, tiene que funcionar el juego de carrera. Hay que darle el balón a Frank Gore y dejar que abra el campo. El juego terrestre tiene que desahogar un poco el peso de los hombros de Hasselbeck y ayudarle a cerrar la defensa.

Los de Jacksonville no son un rival a menospreciar. Tienen armas en ataque y en defensa. Han estado en construcción durante los últimos años, y a pesar de los resultados adversos, parece que los cimientos son sólidos. La última vez la victoria costó sangre, sudor, lágrimas y un poco de suerte.

Hay que regresar a Indianápolis manteniendo la racha de imbatibilidad frente al resto de la división. La semana que viene se recibe en casa a los Texans, que este domingo se enfrentan a los Patriots. Las cosas están igualadas. Todo partido cuenta y hay que ganar a los Jaguars. La temporada de los Colts podría terminar en Jacksonville.

Fotografía: Tommy Gilligan.