viernes, 16 de octubre de 2015

Abróchense los cinturones (Previa Patriots vs Colts).



Llega uno de los partidos del año para los Colts, que se enfrentan en el Lucas Oil Stadium a su eterno rival. Llega un partido importante, y no podría hacerlo en peor momento. Los de Indianápolis intentarán reinventarse contra un rival en plena forma que viene con afán de contestar con yardas y anotaciones a todo el asunto de las pelotas desinfladas.

Sunday Night Football. Encuentro por todo lo alto. Desde los tiempos de los enfrentamientos legendarios entre Peyton Manning y Tom Brady, éste se ha convertido en uno de los duelos obligatorios de la NFL. Los Patriotas llegan con ganas de montar bulla. Brady llega con ganas de montar bulla. Llevan un inicio de liga envidiable; y mientras, los Colts, que no pasan por su mejor momento, intentarán esquivar la tempestad de la mejor forma posible.

Mientras que en Nueva Inglaterra viven una segunda juventud de su veterano QB, en Indianápolis se ha sufrido un inicio de liga lento y doloroso. Las lesiones, el mal juego y las tensiones entre la directiva y el cuerpo técnico han deshinchado por completo las aspiraciones de la franquicia. Es posible que en su condición de underdogs sepan sacar las fuerzas necesarias para no dar la peor de las imágenes, pero todo apunta a que la cosa podría terminar en desastre.

Brady está lanzando como nunca. En cuatro partidos lleva cerca de 1400 yardas y 11 touchdowns. Además de un sneak en la línea de gol, también para TD. Está dispuesto a convertirse en el mejor jugador de la historia. A los Colts les tiene una manía especial. Este domingo intentará sacar toda la bilis posible para humillarlos públicamente. Es comprensible. Lo ha tenido que pasar mal con todo el lío de este verano.

El caso es que más allá de escándalos y juicios, una vez llegado septiembre ha podido colocarse bajo centro y llevar a su equipo a unos niveles, hasta el momento, estratosféricos. En lo que va de año han conseguido ganar a Steelers, Bills, Jaguars y unos Cowboys con bajas muy significativas. Al contrario de los Colts, que de los tres partidos que han ganado sólo en uno han dado buenas sensaciones, los Pats van enfilados hacia el éxito con su juego.

Ya conocemos a Bill Belichick y sabemos que es prácticamente imposible anticiparse a cómo pretende enfocar el partido. Hay quién dice que intentará pasar por encima de los Colts una vez más con el juego de carrera. Hay quién dice que será por medio del pase. Tal y cómo están jugando los Pats esta temporada y tal y cómo están defendiendo los Colts, es más probable que el nigromante quiera dejar el juego en manos de su pupilo y atacar por arriba a una secundaria que hasta el momento lo ha pasado mal. Gronkowski y Julian Edelman podrían ser las armas elegidas para dejar en ridículo a los Colts.

El trío de cornerbacks formado por Vontae Davis, Greg Toler y Darius Butler sólo ha coincidido al completo en el pasado partido contra los Texans. Con Davis dolorido y un Toler aún recuperándose, no han tenido ocasión de alcanzar su potencial. Es cierto que las lesiones se han cebado con esta unidad, pero es curioso que en medio de una campaña de total descrédito hacia Chuck Pagano, que se supone es especialista en secundaria, sea precisamente la secundaria la que más problemas esté generando en defensa.

Otro punto flaco que podría favorecer el juego aéreo de los Patriots son los linebackers interiores. Jerrell Freeman, que no ha llegado a ser lo que se esperaba de él, apenas acaba de regresar de forma limitada a los entrenamientos y es duda. D'Qwell Jackson no deja de tener sus altibajos. Aún es pronto para juzgar a los recién llegados Sio Moore y Nate Irving, pero de momento no se han hecho notar. La cobertura en corto y por el centro está siendo nefasta, y los ILBs tampoco están aportando al pass rush. Habrá que cruzar los dedos para que este domingo no veamos un auténtico festival de pases de todo tipo por parte de Brady.

La OL Patriota sufre y mucho con la lesión para todo el año de Nate Solder, que además compromete gravemente la profundidad en el puesto de tackle. ¿Será capaz el malogrado pass rush de los Colts de aprovechar la situación y colarse al pocket a por el bueno de Tom? Visto lo visto, no parece que eso sea muy probable. Robert Mathis aún no está en forma y está participando en poco más de la mitad de los snaps defensivos. Claro que conserva su técnica y arrojo, pero le falta velocidad y rapidez (que no son la misma cosa). Trent Cole es hasta el momento el paradigma del timo de la estampita, y el resto de los OLBs (Werner, Newsome y Walden) tampoco han sabido llegar al QB rival.

Con independencia de cómo plantee ofensivamente el partido Belichick, la línea defensiva tiene una buena prueba contra el juego de carrera de los Patriots. Han sido sin duda la sorpresa del año y tienen que mantener una reputación frente a una ofensiva de élite. No es muy posible que el nigromante decida romper a los Colts por tierra, pero si fuera así, la d-line tendrá que difuminar por completo los fantasmas del pasado.

Del otro lado, incertidumbre. Hasta poco antes de empezar el partido no se sabrá quién será el QB titular. Todo apunta a que podría ser Andrew Luck, que aún entrena con limitación. Si tuviéramos que opinar, lo más sensato parecería sentar a Luck en un partido ya de por sí complicado de ganar, dejar que Matt Hasselbeck vuelva a tomar las riendas del ataque y ponerse a pensar en el próximo enfrentamiento. No es derrotismo, pero no creemos necesario, si no estuviera al 100%, comprometer la recuperación de Luck sólo por hacer más atractivo un duelo perdido de antemano. Además, no hay que olvidar que hasta que Hasselbeck comenzó a jugar, uno de los mayores problemas de la ofensiva era el QB. Es duro, pero es la verdad. Andy no ha estado fino. Es no quita que sea uno de los mejores jugadores que pisa un terreno de juego en la actualidad, pero si no está recuperado del todo, va a ser complicado que juegue a su verdadero nivel.

¿Dónde llegarán los Hilton, Moncrief, Johnson, Fleener y compañía? Donde su QB, sea quien sea, quiera llevarlos.

Una jornada más, el juego terrestre será clave. Dejar correr el reloj por medio de jugadas de carrera significa mantener alejado del balón a Tom Brady. Si la defensa aguanta el tipo y el resultado no se dispara en los dos primeros cuartos, establecer el juego de carrera será imprescindible. Frank Gore ha demostrado que es capaz de lo mejor y lo peor. La motivación que un partido de este calibre debería generar en el veterano corredor tiene que ser motivo suficiente para que nos ofrezca sólo lo mejor. Además, el backfield se ha reforzado con Ahmad Bradshaw, un viejo conocido. La temporada pasada, antes de su lesión, Bradshaw estaba jugando a un gran nivel. Fue una amenaza constante por aire y por tierra y una excelente ruta de escape para Luck.

Sin estrellas como Wilfork o Revis, la ofensiva no debería tener problemas para hacer algunos puntos. Ya sea Luck recuperado o Hasselbeck por la heroica, si pueden apoyarse en una defensa que no deje que los Pats rompan el partido, podría haber alguna posibilidad de salir airosos del duelo. Las cosas pintan mal, no nos vamos a engañar, y aunque en conjunto los Patriots son más equipo en todos los sentidos, si todas las piezas se mueven correctamente y se aprovechan los pocos errores que cometerán los rivales, la victoria es posible. Eso sí, en el momento en el que se concedan un par de turnovers se habrá acabado todo.

En medio de todo el ruido mediático que un enfrentamiento así provoca, cargado de bilis, veneno y morbo, el cuerpo técnico de los Colts anda en la cuerda floja. Una derrota apabullante podría conllevar la salida de uno o varios de sus miembros. Una actuación desastrosa de la defensa podría sacar del equipo a Greg Manusky. Un comienzo lento que termine en derrota podría dejar fuera a Pep Hamilton. Una debacle total cuestionaría el puesto de Chuck Pagano más aún de lo que ya está cuestionado.

Desde la era de Bill Polian con los afamados Brady vs Manning, los Pats se han convertido en el eterno rival. Con esta serán 13 temporadas seguidas viéndose las caras, algunos años dos veces. La balanza está claramente inclinada hacia el lado Patriota. Desde que Luck llegó a Indianápolis las cosas no han ido a mejor. Hasta ahora Pagano no ha sabido ganarles nunca. No creemos que este domingo vaya a ser la excepción. Ojalá nos equivoquemos, y aunque muchos intentan restarle importancia al asuntillo de las pelotas desinfladas, creemos que la rabia de Brady puede ser la perdición para unos Colts que aún están recomponiéndose del traspiés del inicio de temporada.






Fotografía: Al Bello


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